Everwood, creadora de la “madera” de plástico reciclado para combatir la tala de bosques, inicia expansión internacional

Como una forma de darle una nueva vida al plástico difícil de reciclar y disminuir la tala de árboles, Anita Farfán y María José Vargas fundaron en 2013 Desafío Ambiente, una fábrica de transformación industrial de residuos plásticos. En 2020 se sumó al equipo Francisco Olmedo y en conjunto crearon la marca Everwood, para desarrollar productos con valor agregado, con la que este año llegarán a Perú y México.

Everwood desarrolló un material similar a la madera con residuos plásticos, con el que crean diferentes productos para la industria de la construcción, entre ellos, tablas, vigas, postes y listones; mobiliario para interior y exterior; y objetos como maceteros y contenedores.

“El objetivo de Everwood es transformar los residuos en algo útil y valioso. Tratamos de salir de lo típico de reciclar, subir una categoría más y hacer upcycling (dar nueva vida a un residuo), con un producto de calidad industrial que puede ser usado en distintos rubros”, comenta Ana Farfán, directora de Desafío Ambiente.

La ejecutiva explica que la expansión de Everwood es parte del plan de internacionalización e inversión de Desafío Ambiente. Este considera la apertura de una planta en Lima, Perú y dos nuevas plantas en Chile, en Antofagasta y Puerto Montt, “las que estarán operativas a mediados de 2023”, adelanta.

Las nuevas plantas en Chile, cuya construcción demandará una inversión de US$ 500 mil, se suman a la fábrica que la empresa ya tiene en la comuna de San Joaquín en Santiago, la que tiene una capacidad para procesar y transformar 250 mil kilos de plástico reciclado en nuevos productos.

Farfán proyecta que con la entrada en funcionamiento de las plantas, procesarán y transformarán 600 mil kilos en 2023 en Chile, y 80 mil kilos el Perú el primer año.

Foco en construcción

El modelo de negocio de Everwood opera en tres niveles: su sitio web -donde comercializa mobiliario y productos -, la venta de materiales a constructoras, y asesorías personalizadas a empresas para que gestionen los residuos industriales que generan.

El foco está puesto en el sector de la construcción y empresas. Y en el caso del acompañamiento a las compañías, Farfán explica que “no es la idea estar en contra de las empresas que generan envases o residuos que contaminan, sino ser un partner industrial para evitar que esa contaminación siga creciendo, dado que todos sabemos que es un problema”, afirma.

Olmedo, en tanto, señala que estas “maderas plásticas permiten construir de forma sostenible, y la economía circular en la construcción es algo que está recién empezando, entonces tiene mucha proyección. Lo que buscamos es ser un sustituto de la madera natural y de distintos metales, por las propiedades que tiene el producto”.

Explica que el material que desarrollaron tiene una serie de cualidades: “Al estar hecho de plástico, no absorbe agua como la madera natural, por lo tanto, no se pudre, lo que hace que las empresas se quiten todos los costos de mantenimiento. Además, es capaz de resistir variaciones de temperatura al aire libre y están creadas para resistir los rayos UV”, afirma.

A la fecha, trabajan con 150 clientes entre empresas y venta directa en su sitio web, y durante 2022, lograron reutilizar 300 toneladas de plásticos.

Planes y nuevos desarrollos

El plan de Desafío Ambiente es iniciar su expansión internacional con Perú y Estados Unidos, con dos de las marcas de su portafolio: Everwood y Aislapet. Esta última desarrolla y comercializa una fibra de aislación asimilable a la fibra de vidrio para lo cual utiliza materiales de descarte como bandejas y botellas.

Farfán adelanta que el plan de expansión no se agota aquí, pues el objetivo “es llegar a México y España el segundo semestre de 2023.

Por otro lado, Olmedo comenta que el área de Investigación y Desarrollo (I+D) de Desafío Ambiente, está desarrollando nuevos productos y mejoras al material de madera plástica de Everwood.  

En este último ámbito, están abordando dos líneas: en una nueva formulación con polímeros que les permitirá capturar dióxido de carbono del ambiente, y en una línea de cargas de cobre para obtener tablas con propiedades antibacteriales.

“Nuestra idea es lograr hacer un súper material, que tenga respuesta a su entorno y que aborde todos los frentes”, afirma Olmedo.